miércoles, 9 de agosto de 2017

LA VOZ DE LA GRACIA



La filosofía de este mundo nos enseña que es necesario querer algo para conseguirlo; dicen que si uno desea algo con mucha intensidad logrará alcanzarlo. Entonces  la gente corre desesperada tras sus anhelos. No podemos cuestionar duramente esto, porque en cierta manera tienen razón. Es necesario querer y buscar lo que se anhela.

Ahora, en relación a Dios, ¿Cuánto es lo que debemos querer y correr para conseguir?

Somos seres creativos y empujados por nuestro yo interior queremos  alcanzar con nuestro propio esfuerzo todas las cosas. Nuestro espíritu libertario nos lleva a creer que también lo de Dios conseguiremos de esta misma manera.

Podemos cometer dos errores: primero, creer que muchas de las cosas obtenidas la conseguimos mediante el Señor y, sin embargo, no lo hemos tenido en cuanta para nada. O lo segundo, conseguir mucho mediante Cristo y  gloriarnos como si fuera producto de nuestro propio esfuerzo.

Creo que es buen momento para reflexionar en la necesidad de volvernos hacia la Gracia. Entender lo que significa realmente que Dios nos haya dado su Misericordia. Atender atentamente a la voz de la Gracia.

Moisés escuchó la voz de la gracia desde una zarza (Éxodo 3 y 4) pero primero no respondió positivamente por causa de la CULPA Y LA VERGÜENZA. Por haber matado a un egipcio tuvo que huir de Egipto y vivir en tierra lejana. Allí lo alcanzó la voz de la misericordia de Dios y le mostró que no es de quien quiere ni de quien corre, sino que todo viene de Él que renueva cada mañana su fidelidad. Moisés supo escuchar y despertó a la Gracia.

En Jueces 16:25-28, clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Respondió positivamente a la voz de la gracia aun cuando todas sus EXPECTATIVAS estaban destruidas. Dios le respondió y cumplió en su último acto las expectativas de Dios con su vida.

No corras tanto ni te esfuerces en demasía tratando de conseguir lo que Dios quiere darte. El bien y la misericordia te seguirán todos los días si permites que Cristo sea tu pastor.

Que ni la culpa ni la vergüenza cierren tus oídos espirituales para perder tus expectativas; oye la voz de la Gracia que te dice: No depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 

domingo, 6 de agosto de 2017

LA TIERRA DE LOS GIGANTES

 LA TIERRA DE LOS GIGANTES

VERSÍCULO CENTRAL: Números 13: 30-33

“La mente que piensa que no puede, nunca conquistará nada.”
“La mente que piensa como langosta nunca conquistará a los gigantes”
Es bueno que te preguntes  que clase de mentalidad y complejos tienes…
1º) ¿Me quejo a menudo?
2º) ¿Tengo problemas con muchas personas?
3º) ¿Veo las cosas grandes como difíciles de lograr?
Si contestaste a una de estas preguntas con un “Sí”, es que te sientes como una langosta, pequeña e incapaz de conquistar nada.

Características de las personas con mente de langostas

1º- Hablan mal y se quejan.
La queja es un lamento, demanda, reproche, desazón, disgusto, reclamo, y Dios saca su cobertura de la gente quejosa; por lo tanto, la queja siempre te aleja de Dios.

2- Tienen problemas con los demás y viven con peleas.
Todo problema no sanado se expresará en las personas que están más cerca. Cuando alguien te rechaza, no lo tomes como algo personal, es que fue rechazado y lastimado antes.

3- Perciben negativamente.
Frente a grandes desafíos ven todo negativo y se excusan diciendo: “No puedo”, “No seré líder porque es muy difícil”, “Me falta mucho.”
El conflicto de la mente de langosta es no llevarse bien consigo mismo y ese es el desafío: “llevarse bien con uno mismo durante las veinticuatro horas del día y conquistar todos los sueños.”
Josué y Caleb entraron a la tierra porque se llevaban bien consigo mismos, en cambio los diez contaminaron al pueblo porque sus conflictos los proyectaron afuera: mente de langosta.

Cinco principios para llevarse bien con uno mismo.
1º) Si no me lo dicen en la cara, no lo considero.

2º) Debo estar concentrado en las cosas importantes.
Las cosas importantes multiplican mi energía, las secundarias la roban.

3º) Tengo que estar abierto a lo sobrenatural.
Lo que lograste no es todo lo que lograrás.
A lo logrado debes sumar el milagro que está en camino.

4º) Algo desconocido saldrá a la luz.
Logro + Milagro Inesperado + Lo que no sé qué tengo [potencial] = Éxito.
El potencial es una fuerza no liberada, un poder no usado, una reserva oculta.

5º) Estando bien conmigo mismo hablaré lo correcto.
 “Mi vida es un desastre”; “Mi hijo es malo”. Cuidado, construimos por lo que declaramos. 
Josué y Caleb usaron tres palabras: “Subamos, tomemos, podremos” y, por lo declarado, entraron a la tierra.
Tu destino está marcado por tu hablar.
“Dime cómo hablas y te diré qué sucederá.”
” Los pensamientos determinan el hablar. Al recibir un mensaje piensa: ¿Es justo? ¿Es puro? ¿Es de buen nombre? ¿Me impulsará a alabar? Si la respuesta es negativa, deséchalo.

Hay dos tipos de personas: los de mente de langosta o los que están bien consigo mismo.
Si estás bien contigo mismo conquistaste un arma poderosa de guerra espiritual: La Paz.
Pablo dijo: “Vestíos con el calzado de la paz”
La paz es un calzado de guerra, nada te moverá de tu lugar, serás como un árbol con altura, ramas, que se llevará bien con los demás, tendrá un tronco (estima) fuerte y beberás del Señor.
Gran parte de tus problemas eres tú mismo.
Hay cosas grandes esperando, entrega lo que Dios te dio.
Reparte a siete o a ocho y cuando te falte, el pan vendrá a tu vida.
Bendice a los demás, ayúdalos a alcanzar sus sueños, háblales de Jesús y tendrás paz al cumplir el propósito de Dios.

David tuvo un hijo y le puso por nombre Paz, Salomón es paz.

Paz hizo una casa para Dios, porque sólo la persona con paz logra cosas grandes para Dios.