CERDOS EN LA SALA: FRANK & IDA HAMMOND.

RESUMEN: 




GUÍA PRÁCTICA PARA LIBERACIÓN

La Liberación es el pan de los Hijos de Dios (Marcos 7:27)

FRANK & IDA HAMMOND. Libros DESAFIO. Bogotá, Colombia.[1]




[1] © AII rights reserved by original copyright holder, Impact Books,
Inc. 137 W. Jefferson, Kirkwood, MO 63122, USA,
01the title "Pigs in the Parlar, A Practical Guide to Deliverance"
by Frank & Ida Mae Hammond.
"Cerdos en la Sala, Una Guía Práctica para la Liberación",
por Frank e Ida Mae Hammond.
© Todo.s los Derec~os reservados en Español por
Libros Desafio, Apdo. 29724, Bogotá, Colombia
Traducido por: Dr. Pablo Barreto, M.D.
AA 8025, Cali, Colombia
Carátula por: María Eugenia Téllez
Publicado por: Libros Desafío, Apdo. 29724
Bogotá, Colombia
ISBN 958-95462-3-4

El Ministerio Tripartita de Jesucristo: Salvador, Liberador y Sanador


Para la Necesidad Tripartita del Hombre: En Su Espíritu, Alma y Cuerpo.
El hombre es un ser tripartito, de espíritu, alma y cuerpo. Por tanto, Jesucristo debe ministrar en cada una de estas tres dimensiones del hombre.

Nuestros Enemigos Espirituales

Los demonios son enemigos espirituales y es responsabilidad de cada cristiano enfrentarlos directamente en la batalla espiritual. (Efesios 6: 10-12). Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10:3-4).
La Biblia emplea la analogía de la lucha con referencia a nuestra batalla con Satanás y sus huestes. Luchar es una descripción exacta y señaladora. Habla de una pelea cuerpo a cuerpo; de agarrarse personalmente con los poderes de las tinieblas.

La Batalla por Uno Mismo

El énfasis en este estudio es la liberación personal. Este es el punto de partida de la batalla espiritual total. Cuando acometemos al enemigo a nivel de la liberación personal, peleamos contra la vanguardia de Satanás. Sus mejores combatientes se mantienen fuera de alcance y debemos llegar a ellos antes que la batalla termine. El primer objetivo en la lucha es liberarse uno mismo.
¿Todos necesitamos liberación? Personalmente, no he encontrado ninguna excepción. Mientras hemos andado en la ignorancia y en la obscuridad, el enemigo ha hecho incursiones exitosas en cada uno de nosotros. Debemos aprender cómo echarlo fuera y cómo mantenerlo fuera.

La Batalla por el Hogar

Hoy, en muchos hogares, aunque el esposo, la esposa y los hijos puedan profesar ser cristianos, hay contiendas, divisiones, confusión y caos. Es tiempo que el diablo asuma su parte de culpa que le corresponde, y es tiempo para que las familias aprendan cómo expulsar al demonio de sus hogares.
¡La batalla no es oración! Es un agregado a la oración. No tiene objeto pedir a Dios algo que él ya nos dio. Dios nos ha dado poder y autoridad sobre el diablo. No debemos esperar que Dios nos saque el diablo. El ya derrotó a Satanás y nos dio la capacidad y la responsabilidad de cuidar de nosotros mismos.

La Batalla espiritual en favor de otro

La batalla espiritual en favor de otro no controla la voluntad de esa persona. Ata el poder de las fuerzas satánicas y libera la voluntad para hacer decisiones sin ninguna interferencia de los demonios. Los demonios no son expulsados de la persona sino que se ata su poder durante cierto tiempo. Este tipo de batalla está de completo acuerdo con el principio de lucha espiritual que aparece en 2 Corintios 10:3 y en Efesios 6:12. Estos pasajes nos enseñan que nuestra lucha es contra enemigos espirituales y que se debe pelear con armas espirituales.

La Batalla por la Iglesia

Satanás tiene un interés especial en la iglesia. Podemos creer muy bien que él hará cualquier cosa que esté a su alcance para desviar, obstaculizar, debilitar y destruir el ministerio de la iglesia. En la organización del diablo hay un príncipe demoníaco asignado a cada expresión local de la iglesia. Muchas iglesias tienen una historia de ciertos tipos de problemas. El príncipe espiritual de esa iglesia se puede identificar rápidamente por el tipo específico de problemas que tiene la iglesia.

La Batalla por la Comunidad y por el País

El ángel que visitó a Daniel informó que había hallado oposición y luchado contra el príncipe de Persia, es decir, contra el poderoso demonio que dirigía esa nación. Vemos esto como evidencia que Satanás ha asignado un gobernador demoníaco poderoso sobre cada nación del mundo, y, a su vez, sobre cada ciudad y sobre cada comunidad.

El Valor de la Liberación

El proceso de expulsar demonios se llama liberación. La liberación no es una panacea, un curalotodo. Pero es una parte importante de lo que Dios está haciendo en el presente avivamiento de la iglesia.
"Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado" (Apocalipsis 19:7).
Este versículo enfatiza la responsabilidad del hombre. A nosotros nos corresponde estar listos para la llegada de nuestro Señor. Algunos parecen esperar la llegada del Señor como un tiempo cuando automáticamente habrá grandes cambios y cuando todas las deficiencias se remediarán en forma instantánea y milagrosa.
Los demonios son enemigos de los dones y del fruto del Espíritu. Pueden hacer que no se den en la vida del cristiano y, por tanto, impedir la preparación del creyente para la venida del Señor. De ahí que la liberación sea parte vital en la preparación de la novia, que se realiza hoy en día.
El fruto del Espíritu es un blanco especial del enemigo. El fruto principal y más importante, el primero, es el amor. El amor es algo que se debe recibir y también dar. El demonio del resentimiento puede derrotar el amor en la vida de una persona. Muchos individuos no pueden comprender por qué son incapaces de amar a los demás como debieran. Tal problema es una fuerte indicación de la presencia de un espíritu de resentimiento o de falta de perdón. El resentimiento usualmente invita otros demonios como amargura, odio y cólera.

Cómo Entran los Demonios

Los demonios son personalidades perversas. Son espíritus malos, son seres espirituales. Son los enemigos de Dios y del hombre. Sus objetivos son tentar a los seres humanos, engañar, acusar, condenar, oprimir, ensuciar, resistir, oponerse, controlar, robar, afligir, matar y destruir.
Los demonios entran por medio de puertas abiertas, si reciben una oportunidad. Deben hallar alguna abertura. En otras palabras, no se arraiga un demonio al andar por la calle, y toparse accidentalmente con alguno que ande buscando "casa".
La organización del reino de Satanás le capacita para atacar personalmente a cada uno de nosotros. No hay nadie en la faz de la tierra que escape al acecho de Satanás. El traza un plan para arruinar y destruir a todos. Es tremendo darse cuenta que usted y yo somos blanco definido de las asechanzas de Satanás, Pero ¿cómo logra entrar?

Pecado

Uno mismo puede abrir la puerta para que entren los demonios con los pecados de omisión o de comisión. En Hechos 5 se menciona a una pareja constituida por Ananías y Safira.
En Gálatas 5 hay una lista de diecisiete "obras de la carne". Incluye los pecados de adulterio, fornicación, brujería, odio, ira, contienda, envidia, homicidio, borrachera, etc. Entonces, ¿cuál es la relación entre las obras de la carne y las obras de los demonios? Cuando el hombre cede a la tentación, peca en la carne. Por medio de ese pecado se abre la puerta para la invasión del enemigo. Entonces hay un problema compuesto, la carne y el diablo. La solución es doble: crucificar la carne y expulsar los demonios.

Circunstancias de la vida

Los espíritus del mal no tienen el sentido de jugar limpio. Nunca vacilan en aprovechar completamente los momentos de debilidad en la vida de una persona. Desde luego, el tiempo más débil en la mayoría de las vidas es la niñez. Un niño depende por completo de otros para su protección. Los padres cristianos necesitan comprender sus responsabilidades para proteger a sus hijos, y también saber cómo liberarlos de opresiones demoníacas.

La astucia de la herencia

Se han encontrado muchos casos donde los espíritus inmundos pudieron habitar personas mediante la artimaña de la herencia. Si a un niño se le dice que será como sus padres y que puede esperar heredar sus debilidades, entonces se vuelve vulnerable. Si permitimos al diablo hacerlo, nos dará nuestra herencia, pero el salmista dijo de Dios; "Él nos elegirá nuestras heredades" (Salmo 47:4a).
No debemos aceptar la herencia propuesta por el diablo, sino aceptar la sanidad y la salud del Señor Jesucristo. "El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).

Siete Maneras para determinar la necesidad de Liberación


La presencia y la naturaleza de los espíritus del mal se pueden conocer por dos métodos principales:
1.     Discernimiento. 1 Corintios 12:10 menciona el discernimiento de espíritus como uno de los nueve dones sobrenaturales del Espíritu Santo.
2.     Descubrimiento. Marcos 7:24-30. Es el segundo método para conocer la presencia y la naturaleza de los espíritus del mal. El descubrimiento es simplemente observar lo que los espíritus hacen a una persona.
Algunos de los síntomas más frecuentes producidos por los demonios que habitan en un individuo son los siguientes:
A. Problemas emocionales.
Son perturbaciones de las emociones que persisten o reinciden. Algunas de las perturbaciones más comunes son: resentimiento, odio, ira, miedo, rechazo (el sentimiento de ser indeseable y de no ser amado), autocompasión, celos, depresión, preocupaciones, inferioridad e inseguridad.
B. Problemas mentales.
Son perturbaciones de la mente o de los pensamientos tales como diferir las cosas de un día para otro sin decidirse, intransigencia, como tormento mental, confusión, duda y pérdida de la racionalidad y la memoria.
C. Problemas del habla.
Brotes explosivos o uso incontrolado de la lengua. Esto incluye la mentira, la maldición, la blasfemia, la crítica, la burla y el chisme.
D. Problemas sexuales.
Son pensamientos y actos sucios, recurrentes, referidos al sexo. Aquí se incluyen las experiencias sexuales fantasiosas, la masturbación, la lujuria, las perversiones, el exhibicionismo, la homosexualidad, la fornicación, el adulterio, el incesto, la insinuación y la prostitución.
E. Adicciones.
Las adicciones más comunes son a la nicotina, al alcohol, a las drogas, a la cafeína y a los alimentos.
F. Enfermedades físicas.
Muchas enfermedades y aflicciones físicas se deben a espíritus de enfermedad (ver Lucas 13:11). Cuando se expulsa un demonio de enfermedad, siempre es indispensable orar por la sanidad de cualquier daño que haya resultado. Así, hay una relación muy estrecha entre liberación y sanidad.
G. Errores religiosos.
Cualquier grado de participación en el error religioso puede abrir la puerta a los demonios. Se sabe que los objetos y la literatura procedentes de error religioso, atraen los demonios a las casas.
·      Religiones falsas, por ejemplo, religiones orientales, religiones paganas, filosofías y ciencias mentales.
·      Sectas cristianas, como el mormonismo, los testigos de Jehová, la ciencia cristiana, el rosacrucismo, la teosofía, el unitarismo y muchas más. (2 Timoteo 3:5).
·      El ocultismo y el espiritismo. Es decir sesiones de espiritismo, brujería, magia, tabla ouija, hipnosis, horóscopos, astrología, adivinación, etc.
·      Falsas doctrinas. 1 Timoteo 4:1.

Siete Pasos para la Liberación

1. Honradez                           
Se debe ser honesto consigo mismo y con Dios si se espera recibir la bendición de Dios de la liberación. La falta de honestidad mantiene áreas de la vida en tinieblas. Todo pecado que no se confiese o del cual no haya habido arrepentimiento, otorga al demonio un "derecho legal" para quedarse. (Salmo 32:5). (Salmo 139:23-24).

2. Humildad
Esto implica reconocer que uno debe depender de Dios y de su provisión para la liberación.
 (Santiago 4:6b-7). Esto también implica una apertura completa con los siervos de Dios que ministran la liberación. (Santiago 5: l6a).

3. Arrepentimiento
El arrepentimiento es un regreso decidido a apartarse del pecado y de Satanás. Es indispensable aborrecer todo mal de la vida y dejar de estar de acuerdo con el mal. (Amós 3:3). Esto quita cualquier derecho a los espíritus demoníacos.

4. Renunciación
La renunciación es dejar el mal. La renunciación es la acción que resulta del arrepentimiento (Mateo 3:7-8). Renunciar significa una completa ruptura con Satanás y con todas sus obras.

5. Perdón
Dios perdona libremente a todos los que confiesan sus pecados y piden perdón por medio de su Hijo (1 Juan 1:9). Él espera que perdonemos a quienes nos hayan herido en cualquier forma. (Mateo 6: 14-15). La voluntad de perdonar es absolutamente esencial para la liberación (Mateo 18:21-35). Ningún ministro que haga liberación puede efectuarla a menos que el candidato haya cumplido las condiciones de Dios.

6. Oración
Pídale a Dios que le libere y que lo mantenga libre en el nombre de Jesús.  (Y todo aquel que invocare el nombre del Señor será liberado)" (Joel 2:32a).

7. Guerra
La oración y la batalla son dos actividades separadas y distintas. La oración es hacia Dios y la guerra es hacia el enemigo. Nuestra batalla contra las potestades demoníacas no es carnal, sino espiritual (ver Efesios 6:12; 2 Corintios 10:3-5). Es indispensable usar como armas la sumisión a Dios, la sangre del Señor Jesús, la palabra de Dios, y el propio testimonio como creyente (véase Santiago 4:7; Apocalipsis 12:11; Efesios 6:17).

Siete Pasos para Retener la Liberación

1. Usar Toda la Armadura de Dios
La armadura espiritual del cristiano aparece descrita en Efesios 6:10-18. Hay siete piezas en esta armadura:
(1) Los lomos ceñidos con la verdad. (2) La coraza de la justicia. (3) Los pies calzados con el apresto del evangelio de la paz. (4) El escudo de la fe. (5) El yelmo de la salvación. (6) La espada del Espíritu que es la palabra de Dios. (7) La oración en el Espíritu.
Es indispensable prestar atención al "yelmo de la salvación" porque es el guardián del pensamiento. Reprenda y rechace los pensamientos que le den los demonios y reemplácelos con pensamientos espirituales positivos (ver Filipenses 4:8). Resista al diablo a la primera señal de ataque.

2. Confesar Positivamente
Las confesiones negativas caracterizan la influencia demoníaca: Las confesiones positivas son expresión de la fe. Confiese lo que la palabra de Dios dice. (Marcos 11: 23).

3. Permanecer en las Escrituras
Jesús soportó la tentación de Satanás usando las Escrituras. Nadie puede mantener su liberación si no considera la palabra de Dios como un factor primario en su vida.

4. Crucificar la Carne
Tome diariamente su cruz y siga al Señor Jesucristo (Lucas 9:23). Rompa con todos los viejos patrones que le han mantenido a usted ligado a los espíritus del mal. Si los apetitos de la carne, los deseos, y la concupiscencia, no se llevan a la cruz, se deja una vía abierta para que los demonios regresen (Gálatas 5:19-21, 24).

5. Desarrollar una vida de continua alabanza y de constante oración
La alabanza silencia al enemigo. La alabanza no es una actitud del corazón. La alabanza es una expresión hacia Dios de gratitud, de adoración y de gozo por medio del habla, el canto, la danza, el aplaudir, el tocar instrumentos musicales, etc. Ore en el Espíritu (en lenguas) y también en el entendimiento (1 Corintios 14:14), "ore sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17).

6. Mantener una vida de compañerismo y de actividades espirituales
La oveja que se aparta del rebaño es la que corre más peligros. Encuentre y cumpla su función dentro del cuerpo de Cristo. Anhele los dones espirituales y permita que obren en usted dentro de su iglesia (véase 1 Corintios 12:7-14). Manténgase bajo la autoridad espiritual de su pastor.

7. Sométase Totalmente a Cristo
Decida que todo pensamiento, toda palabra y toda acción reflejen la misma naturaleza del Señor Jesús. Permanezca en Cristo para que el fruto del Espíritu pueda producirse en abundancia. Los espíritus demoníacos son enemigos del fruto del Espíritu. La fe y la confianza en Dios son las mayores armas contra las mentiras del diablo. Recuerde lo que dice Efesios 6:16.

Llenando la Casa (Mateo 12:4345).

¿Con qué llenaremos la casa? ¡Con Jesucristo! Ser llenos de Jesús es ser llenos de pureza y de poder. Estas dos palabras resumen su persona. Como veremos, nuestra pureza viene por permanecer en Cristo y como resultado tenemos el fruto del Espíritu. Nuestro poder viene por medio del bautismo en el Espíritu Santo y como resultado de los dones del Espíritu.
Es una necesidad imperiosa entender que llenar la casa no resulta de una pequeña plegaria de rutina dicha al final de una sesión de liberación.
Esta es responsabilidad expresa de la persona liberada. El ministro que hace la liberación debe enfatizar el hecho que cada persona es responsable de llenar su propia casa.

Llenar la casa con el Poder del Espíritu

Una de las últimas cosas que Jesús dijo antes de ascender a los cielos fue: "Seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días" (Hechos 1:5).
Encontramos el cumplimiento de esta promesa en el segundo capítulo del libro de los Hechos, en el relato de Pentecostés: "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen" (Hechos 2:4).
¿Cuál fue el propósito de este bautismo en el Espíritu Santo? Jesús explicó que sería para suministrar poder (véase Hechos 1:8). Después del bautismo que llegó en Pentecostés, ¿cómo se manifestó ese poder? Este es un tema muy interesante que no podemos estudiar completamente aquí, pero se puede observar que el poder del Espíritu Santo al obrar por medio de los discípulos se manifestó a través de los nueve dones sobrenaturales del Espíritu.
Estos dones aparecen en 1 Corintios 12:7-11. Son: (1) La palabra de sabiduría, (2) La palabra de conocimiento, (3) La fe, (4) Los dones de sanidad, (5) El don de hacer milagros, (6) El don de profecía, (7) El discernimiento de espíritus, (8) Diversos géneros de lenguas y (9) La interpretación de lenguas.

Llenar la Casa con el Fruto del Espíritu

El fruto del Espíritu se enumera en Gálatas 5:22-23. Es: (1) Amor, (2) Gozo, (3) Paz, (4) Paciencia, (5) Benignidad, (6) Bondad, (7) Fe, (8) Mansedumbre y (9) Templanza.
Este fruto con sus nueve componentes representa la misma naturaleza del Señor Jesucristo. Cuando el fruto del Espíritu Santo se produce en la vida de un creyente, se identifica con el carácter de Jesús.
Los demonios son exactamente lo opuesto al carácter de Jesús. De esta manera, para obtener un beneficio permanente de la liberación, la "casa" se debe llenar y mantenerse llena. De otro modo, los espíritus malos regresarán y pueden volver con mayor fuerza que antes. (Juan 15:4).

Manifestaciones Demoníacas

Cuando se confronta a los demonios y se les presiona por medio de la batalla espiritual, a veces demuestran sus naturalezas particulares a través de la persona en una gran diversidad de formas. Estos espíritus del mal son criaturas de la oscuridad. No pueden soportar que se les exponga a la luz. Cuando su presencia y sus tácticas quedan al descubierto, se excitan y entran en frenesí.
Cuando los espíritus malos salen, normalmente esperamos alguna clase de manifestación a través de la boca o de la nariz. Indudablemente la manifestación más común es la tos. La tos puede ser seca, pero algunas veces se acompaña con flema. La flema se puede producir en cantidad excesiva. Un material semejante puede ser algo como el vómito, la espuma o la salivación excesiva, etc. Otras manifestaciones a través de la boca incluyen los gritos, los clamores, los silbidos, los ronquidos, los bostezos, etc. El aire también se puede soplar a través de la nariz o la persona puede soplar con su nariz constantemente como si tuviera una sinusitis severa y estuviera haciendo el drenaje. Estas manifestaciones pueden variar ampliamente en intensidad, desde algo muy leve hasta algo bastante dramático.
El grado de manifestación no es indicativo de la efectividad de la liberación. Las personas que expulsan sus demonios por medio de bostezos o de suspiros quedan tan liberadas como las que tienen manifestaciones mucho más violentas.

Liberación Individual y en Grupo, Privada y Pública

El ministerio de la liberación pertenece a la iglesia. Debería ir junto con la enseñanza, con la predicación, y con la sanidad. (Mateo 28: 18-20).
La expulsión de demonios es una parte vital de lo que Jesús ordenó a sus discípulos. En el relato de Marcos 16:17 sobre la comisión, él cita a Jesús cuando dice: "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios...”

Ministerio Individual

La liberación puede tener lugar como parte de un servicio regular de la iglesia. Jesús no se intimidó ni temió echar demonios públicamente en el sitio de adoración y de enseñanza. (Marcos 1:21, 23,25).

Ministración en Grupo

La ministración en grupo implica la expulsión de demonios de más de una persona a la vez. El grupo puede variar en su tamaño desde dos personas hasta una gran multitud.
El ministro que hace una liberación ordenará a los demonios salir en el nombre de Jesús. Y los demonios comenzarán a salir. Es inconcebible que Jesús ministrase a cada persona individualmente. Él estaba acosado por multitudes que querían sanidad y liberación dondequiera que iba. Aunque el Señor y los doce no podían haber ministrado personalmente a cada individuo, sin embargo en el registro de la Biblia queda muy claro que ministró a "todos" los que llegaron a él. En el sermón de Pedro en la casa de Cornelio se lee: "Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él" (Hechos 10:38).

¿Ministración Privada o Pública?

A veces sentimos que debemos hacer una decisión entre este par de alternativas. En realidad, ¿es necesario elegir entre la liberación pública o la privada? Es evidente que el Espíritu Santo obra en ambos casos. Permitamos que cada creyente siga la forma que el Señor le muestre.

Autoliberación

Usualmente una persona sólo necesita aprender cómo practicar la autoliberación. Después que ha tenido una liberación inicial en las manos de un ministro con experiencia, puede comenzar a practicar la autoliberación.
Debemos mantener en la mente que la liberación es un proceso. Sería muy lindo si una persona pudiese sacar todos los demonios que están en su interior y luego olvidarse de ellos por el resto de su vida. Pero, ¿cómo podremos mantenemos completamente libres? Si nunca pecásemos en el pensamiento, con palabras, o con obras, nunca tendríamos necesidad de ninguna liberación. El pecado abre las puertas para que los demonios entren. Esto no quiere decir que cada vez que una persona cometa un pecado entra un demonio. Sin embargo, el pecado es una forma por la cual la puerta se abre y a veces no se necesita que quede abierta mucho tiempo.
El problema más grande que enfrenta la autoliberación es discernir con toda seguridad los espíritus.
La autoliberación se experimenta en la misma forma como cuando una persona ministra a otra. La única diferencia es que la persona liberada es su propio ministrador. Por tanto, orará, hará su confesión a Dios que no quiere ninguna parte con el mal y desea que el Señor le libere por completo. Luego se dirigirá a los demonios llamándoles por su nombre, uno a uno y después que haya ordenado varias veces que un demonio específico salga en el nombre de Jesús, comenzará a expeler su aliento forzadamente unas pocas veces o iniciará una tos lo más profunda que sea posible.

Guerra de Oración Intercesora

¿Qué podemos hacer en favor de quienes obviamente necesitan liberación pero no quieren recibirla? Con mucha frecuencia se nos hace esta pregunta.
Primero que todo, ¿cuál es la condición espiritual de la persona? ¿Ha nacido de nuevo? ¿Se ha vuelto a descarriar? Debemos recordar que la salvación es liberación. Es la liberación del espíritu del hombre. Antes de la salvación, el hombre está muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2:1). ¿En qué sentido está muerto? Sabemos que no es físicamente porque aún respira y se mueve. Sabemos que su alma (personalidad) no ha muerto porque todavía piensa, siente y toma decisiones. Pero su espíritu está muerto. No tiene comprensión espiritual ni ningún interés en las cosas espirituales. El poder vivificador del Espíritu Santo debe resucitar el espíritu del hombre. Necesita nacer de nuevo (Juan 3:3). Esto viene de la gracia de Dios, por medio de la fe (Efesios 2:8). Y la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios (Romanos 10:17). Salvación es liberación.
Entonces, la prioridad en la liberación es llevar a la persona a una relación con Jesucristo. Si no quiere aceptar a Cristo como su Salvador, quienes llevan la carga del Señor por el bienestar espiritual de esa persona se deben entregar a la oración intercesora y permanecer en la brecha.
Deben orar para que desaparezca la ceguera espiritual. El hombre perdido se mantiene ciego por el poder satánico.

Oración Intercesora

La oración de intercesión también se debe hacer en favor de la persona salva. Todo el que se cierra y se opone a la provisión del Señor cuando necesita una liberación se mantiene esclavizado por el engaño. Toda excusa que se ofrezca para rechazar la liberación representa una forma de engaño. Satanás, el engañador, sigue su camino y esa persona es mantenida en una esclavitud inútil.

Batalla Espiritual

A veces el Espíritu Santo nos dirige a entrar en batalla espiritual directa en favor de quienes no están dispuestos directamente a la liberación. La voluntad de la persona puede estar tan sobredominada por las fuerzas satánicas que es incapaz de responder a la ayuda que se le ofrece. Ninguna cantidad de motivos ni de razones convencerán a esa persona para aceptar la liberación. Su voluntad está en poder del enemigo.
Los poderes que controlan a la persona atada tienen su cuartel general en los lugares celestes donde está entronizado "el príncipe de la potestad del aire". Jesús dio a su iglesia el poder para atar a Satanás. Debemos llevar la batalla directamente hasta las puertas del infierno y supe superar la estrategia que Satanás ha organizado contra el Señor.
"sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:18-19).
Los verbos atar y desatar son participios pasados, pasivos. En la traducción esto significa que "todo lo que atemos o desatemos en la tierra es todo aquello que está en un estado de haber sido atado o desatado en las regiones celestes". Así, a fin de atar o desatar las cosas en la tierra, primero debemos atarlas o desatarlas en el campo espiritual.

Oración Bíblica

Debemos ser guiados por el Espíritu Santo en nuestra batalla de oración intercesora. El Espíritu Santo dirigirá al guerrero de oración hacia porciones escriturales específicas.
El uso de estos versículos vivificados, llenos de vida espiritual conducirá la oración. Así se utilizará "la espada del Espíritu que es la palabra de Dios".
Por ejemplo, si se ora por un esposo (hijo) que no sigue al Señor, la esposa (madre) puede ser orientada por Dios a interceder con una oración como las de Pablo y personalizar la plegaria así:
" ... no ceso de orar por mi esposo (hijo), Humberto, y de pedir que Humberto sea l1eno del conocimiento de la voluntad de Dios en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que Humberto ande como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecido con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad, con gozo dando gracias al Padre que lo hizo apto para participar de la herencia de los santos en luz ..." (Colosenses 1:9-12).

Equipo de liberación

Unidad de equipo

La unidad es absolutamente esencial en un equipo de liberación. Satanás capitalizará toda desunión. El buscará crear la desunión por métodos tortuosos. Es necesario estar en guardia constante contra esta táctica.
Todo grupo que trabaja junto debe aprender a fluir en el Espíritu y a tener confianza el uno en el otro. Cuando se está en el calor de la batalla con los poderes demoníacos no hay tiempo para discutir las diferencias personales. Si un miembro del equipo discierne un espíritu los otros miembros deben recibir el testimonio en su espíritu. Sin embargo, es mejor seguir y expulsar al espíritu discernido que emprender una discusión sobre la seguridad del discernimiento.
A veces podrá haber algún error en el discernimiento pero esto no debe afectar ni desalentar la ministración total.

Funciones de los miembros del equipo

Se debe enfatizar que no es posible imponer reglas rígidas. Cada miembro del equipo debe ser sensible y obediente a la dirección del Espíritu Santo. Usualmente lo mejor es que sólo una persona de las órdenes a los espíritus. Los demás miembros estarán en oración o en lectura de la Biblia o alabando o cantando. Los himnos que enfatizan la sangre de Jesús son especialmente efectivos y apropiados.
No es raro que la "dirección" cambie varias veces especialmente si el trabajo se extiende durante una hora o más. Esta transición en el liderazgo se puede hacer muy suavemente.
Puede ser difícil para una persona permanecer en la posición de liderazgo después de un período de tiempo largo.
¿Han visto una bandada de gansos en vuelo? Entonces, van a tener un cuadro de cómo la responsabilidad del liderazgo puede cambiar de uno a otro. El ganso que va adelante luchará contra el viento unos minutos y luego se va atrás en la formación para "descansar" mientras otra ave pasa a la posición directriz y toma su sitio. El equipo de liberación puede cooperar de una forma semejante. El propósito es dejar al cautivo libre y dar la gloria a Jesús, de manera que no importa quién dirige la lucha. Cada puesto del equipo es importante.

Debo ser un/a ministro/a de liberación

Victoria sobre el temor

El temor impide que muchas personas se conviertan en ministros de la liberación. El temor de los demonios y el temor del hombre. Muchos tienen la teoría sobre el diablo que si lo dejan tranquilo, él lo dejará tranquilo. Nada está más lejos de la verdad. Dejar tranquilo al diablo, sólo es permitirle que trabaje sin ninguna oposición. No hay ninguna razón para temer al diablo o a sus demonios porque Jesús los conquistó y venció. En 1 Juan 3:8 se nos recuerda que Jesús vino a este mundo con el propósito expreso de destruir las obras del diablo. Colosenses 2:15 nos muestra que por medio de la cruz el Señor desarmó los principados y las potestades, hizo una exhibición pública de ellos y triunfó completamente sobre ellos.

Demandas personales para el ministro/a

Jesús advirtió a sus seguidores tener en cuenta el costo del discipulado. Servir al Señor requiere sacrificios personales.
Si uno no está dispuesto a pagar el precio nunca se debe comprometer. Considere algunas de las exigencias que están sobre el ministro de liberación.
1. Tiempo. La liberación es un ministerio que consume mucho tiempo. Esto es cierto desde el punto de vista de la cantidad de tiempo que se gasta con una persona y de la gran cantidad de personas a quienes uno debe ministrar.  (Marcos 7:24).
2. Energía. Habrá ocasiones en que una ministración se prolongue durante varias horas. (Marcos 6: 31).
3. Paciencia. Siempre hay algunos que no retienen su liberación. Son lentos en aprender y se les debe enseñar y alentar repetidamente. Hay la tentación de pasar el tiempo con otros que se muestran más promisorios, pero el Señor querría que fuésemos pacientes con los que aprenden más despacio.

El ministro/a debe ser dedicado

1. Amoroso y sabio. Se debe tener compasión genuina por los demás. El ministro de liberación tendrá muchas oportunidades para demostrar el verdadero carácter de su amor.
2. Libre de culpa. Esto nos lleva a observar que el mismo ministro de liberación debe estar libre de interferencias demoníacas antes de ministrar a otros. A menos que él mismo se haya sometido a una liberación encontrará una resistencia interior y una lucha que obstaculizarán seriamente su propia efectividad.
3. Llevar las cargas de los otros. Un ministro de liberación escuchará muchas historias sórdidas, así como actitudes y hechos pecaminosos. Él puede ministrar a quienes son líderes respetados en la iglesia y que nunca han compartido sus conflictos interiores y fallas con los demás. Hay veces en que ministrará confidencialmente y en amor para llevar las cargas de los otros y cumplir así la ley de Cristo.
Lo que oiga no debe afectar su relación con esa persona. No se permitirá recordar pecados que Cristo ya perdonó o reflexionar sobre una fealdad que la liberación limpió.
4. Con oración y ayuno. Jesús dejó muy en claro que algunas clases de demonios son más fuertes que otros, (Marcos 9: 29). El concepto de ayuno se está restaurando en la iglesia hoy. Ayunar no es una manera fácil para obtener de ganga el poder de Dios, sino una vía para crucificar la carne, para que los afectos completos de uno estén por encima de todas las cosas y no sobre las cosas de la tierra. Fuera del ayuno y de la oración nadie desarrollará los recursos espirituales adecuados para todo encuentro con el enemigo.

Bendiciones y beneficios

No debe quedar la impresión que el ministerio de liberación es todo dureza y sacrificios. Hay muchas bendiciones y beneficios. Hay muchas ocasiones de gozo. Inclusive los mismos períodos de liberación son oportunidades para adoración y alabanza. La Palabra de Dios encuentra un lugar muy notorio, pues la Espada del Espíritu nos impulsa contra el enemigo. Muchos textos escriturales también se usan para enseñar, corregir, instruir, y exhortar.
Luego, está la oración con el entendimiento y la oración con el Espíritu, oraciones de petición, de intercesión, de acción de gracias y de alabanza. Hay cánticos que exaltan a Cristo y a su sacrificio e himnos de adoración.
Hay gozo y regocijo cuando los cautivos son libres, a medida que la emoción final de la victoria encuentra su expresión en la alabanza. Cuando la liberación se conduce en tal atmósfera espiritual, se genera un poder que rompe la resistencia del enemigo. Jesús se mantiene en preeminencia y los siervos del Señor son fortalecidos y edificados.

Sugerencias prácticas para el ministro de liberación

El equipo y el cuarto para ministrar.

Cuando se planea una ministración se debe escoger un lugar adecuado. Debe ser una habitación situada de manera tal que otros no se alteren o se exciten por los sonidos que se puedan producir allí. Debe haber un número suficiente de sillas para los que asistan. Una silla recta, sin brazos, es la más apropiada para el candidato. Debe situarse en la habitación de tal forma que los otros se puedan reunir alrededor. Como hay oportunidades en que los demonios salen con vómito o con expulsión de flema, debe haber un equipo para cuidar de esta eventualidad.

La conferencia previa a la ministración

Se le explica que la honradez y la humildad son claves para una ministración efectiva. La persona debe saber que todo lo que vaya a compartir se hace en confianza y que no se divulgará. Sin embargo, a quienes experimentan la liberación se les anima a relatar su experiencia propia como testimonios del amor y del poder de nuestro Dios. El mismo Señor Jesucristo animó así al endemoniado gadareno, (Marcos 5:19-20).
El propósito de esta conferencia es demostrar la presencia de los espíritus y descubrir su naturaleza. Esto se hace al determinar cuáles son o cuáles han sido los problemas en la vida de la persona (véase "Siete maneras para determinar la necesidad de la liberación"). Los demonios entran por medio de puertas que les abrimos en nuestras vidas. El objetivo de la conferencia es determinar cuándo y cómo se abrieron tales puertas.
Alguno en el equipo de la liberación actuará como secretario. En la parte superior de la página se escribe el nombre de la persona, la dirección, y la fecha de ministración.
Las notas que se tornan tienen un propósito triple:
1. Capacitarán al equipo de liberación para proceder de una forma ordenada por medio de una ministración cuidadosa.
2. La persona a quien se libera quizás puede desear una copia de las notas para ayudarle a entender qué demonios tenía, cómo entraron, cuáles eran las agrupaciones o colonias, y para saber exactamente cómo se debe guardar a fin de mantener su liberación.
3. El registro también lo guarda el equipo de liberación en el caso que sea necesario un seguimiento.

Conversación con Demonios

No es posible parar toda la conversación de los demonios cuando en la liberación se trata con ellos. A veces hablarán sin ninguna advertencia. Así lo hicieron con Jesús. Pero ¿deberíamos conversar con ellos cuando quieren hablar? No se debería conversar con los demonios a menos que el Espíritu Santo indique que hay algún propósito específico al hacerlo. La experiencia ha demostrado que el poder del espíritu se rompe con más facilidad cuando se le obliga a identificarse. Algunos espíritus son mucho más tercos u obstinados que otros. En la mayoría de los casos, un espíritu terco saldrá cuando se vea forzado a identificarse. Su poder quedará roto.
Sin embargo, hay un peligro inherente al conversar con los espíritus demoníacos; uno nunca se debe permitir conversar con los demonios a fin de adquirir conocimiento. La Biblia prohíbe estrictamente tales comunicaciones con los demonios (Deuteronomio 18:10-11). El cristiano tiene al Espíritu Santo como su fuente de conocimiento, de sabiduría y de orientación.

Interrupciones Durante la Ministración

La liberación se puede hacer en una atmósfera tranquila. La experiencia aumentará la confianza y nos capacitará para ministrar sin tensión. El ministro que hace la liberación debe darse cuenta que es un siervo del Señor y se debe mover en el poder y la autoridad que se le han dado. El, y no el poder de los demonios, está al comando de la situación.
Una ministración se puede prolongar. Se puede extender varias horas. Tanto la persona a quien se está liberando, como el ministro que hace la liberación, pueden necesitar unos pocos minutos de descanso. Usualmente conviene interrumpir la ministración después que haya salido un grupo de espíritus. Cuando se hace tal pausa, no se ha perdido ningún terreno. Usted simplemente comienza donde dejó.
A menudo sucede que en mitad de una liberación la persona recuerda otras áreas donde los demonios han entrado o que el Espíritu Santo la haga consciente de alguna información relacionada. Entonces está bien suspender y permitirle compartir esas cosas.

Posiciones del Cuerpo

Como los demonios salen principalmente a través de la boca o de la nariz, y esta expulsión se puede acompañar con moco o flema, es mejor tener a la persona en una posición compatible con tales manifestaciones. Una de las mejores posiciones es que la persona esté sentada en una silla recta y se incline hacia adelante a partir de la cintura con los brazos descansando sobre las rodillas. Para ministraciones cortas la persona puede estar de pie. En unos pocos casos la persona puede querer echarse sobre el piso o colocarse sobre sus manos y sus rodillas. La posición variará de acuerdo con el tipo de manifestaciones que se produzcan.
Por regla general la persona se ajustará a cualquier posición que sea mejor sin instrucciones específicas. Es cuestión de saber lo que es normal o natural. La persona que recibe la ministración debe estar en una posición cómoda.

La oración de liberación

La oración es especialmente apropiada en el momento de la liberación. Cualquiera de los presentes puede dirigir la oración, pero antes que la liberación verdadera tenga lugar, el candidato también debe orar. Para este propósito hemos encontrado que una oración escrita es muy efectiva. Cada miembro del equipo mantiene una copia de esta plegaria en la parte posterior de su Biblia. La oración particular que hemos usado es una que obtuvimos por medio del ministerio del Dr. Derek Prince y dice así:
"Señor Jesucristo, creo que diste tu vida en la cruz por mis pecados y te levantaste de los muertos. Me redimiste por tu sangre, te pertenezco y deseo vivir para ti. Confieso todos mis pecados, conocidos y desconocidos, me arrepiento de todos y renuncio a ellos. Perdono a todos los demás como quiero que tú me perdones a mí. Perdóname ahora y límpiame con tu sangre. Te agradezco por tu sangre, Señor Jesús, que me limpia ahora de todo pecado. Llego a ti ahora como mi libertador. Tú conoces mis necesidades especiales, aquellas cosas que me atan, que me atormentan, que me ensucian, aquel espíritu inmundo, y reclamo la promesa de tu palabra, "que cualquiera que clame en el nombre del Señor será liberado". Ahora te llamo a ti. En el nombre del Señor Jesucristo, libérame y déjame libre, Satanás, pues renuncio a ti y a todas tus obras. Me libero yo mismo de ti, en el nombre de Jesús, y te ordeno salir de mí ahora en el nombre de Jesús. Amén.”

Autoridad sobre los poderes espirituales

Ya hemos visto en el capítulo sobre la batalla espiritual, que los poderes demoníacos están dispuestos en una cadena de orden. Satanás tiene sus representantes asignados, sobre naciones, ciudades, iglesias, hogares y vidas individuales.
La Escritura nos instruye a enfrentar esta estructura espiritual con batallas espirituales. Por tanto, tomamos autoridad sobre todas las potestades superiores que tengan autoridad sobre los demonios que habitan en quien se está liberando. Atamos esas potestades superiores para que no intervengan de ninguna manera en la ministración.
Luego atamos el "hombre fuerte" o espíritu gobernante que está sobre los demonios menores que habitan la persona. (Mateo 12: 29).
Ordene a todos los espíritus que moran en una persona desatarse entre sí. Prohíbales prestarse ayuda o darse auxilios mutuos de cualquier manera.

Ordene salir a los demonios

A medida que uno de los ministros comienza a ordenar a los demonios específicos salir en el nombre de Jesús, los otros en la habitación estarán dedicados a leer las Escrituras a alabar o cantar. Esto por lo general se hace en voz baja. Ni el tono ni el volumen que utilizamos hacen temblar y obedecer a los demonios, sino la autoridad con que hablamos en el nombre de Jesús.
Usualmente me dirijo a los demonios de esta manera: "Demonios, sé que ustedes están allí. Conozco su presencia y sus obras perversas. Les informo que no tienen ningún derecho para permanecer en esta persona. Esta persona pertenece al Señor Jesucristo, Jesús la compró con su sangre. Este cuerpo es un templo del Espíritu Santo y todo lo que contamina y ensucia debe salir. Como ustedes son invasores, se deben ir ya y les ordeno que salgan ahora mismo en el nombre de Jesús".

Agrupaciones de demonios

Amargura
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados". Hebreos 12:15.
La raíz de amargura es responsable de muchas "perturbaciones." La amargura que se guarda en el corazón por mucho tiempo abrirá la puerta a la invasión de demonios. Esta es probablemente la abertura más común para la actividad de demonios. En muchos casos la amargura es hacia alguien dentro de la familia inmediata.
Los espíritus de amargura mantienen vivos los incidentes que nos hirieron. Las cosas que sucedieron hace muchos años aún están frescas y vivas en la memoria como si apenas hubiesen tenido lugar ayer. El espíritu de falta de perdón mantiene vivos todos estos golpes y los revive de manera constante en la mente de la persona. Así, la herida más trivial nunca se perdona ni se olvida.
Dondequiera que se observe una actitud de amargura, se puede esperar la presencia de los espíritus de amargura, de resentimiento y de odio. En algunas ocasiones esta cadena de espíritus continúa para incluir otros espíritus o todos los del grupo.

Rebeldía
La rebeldía es el espíritu anticristo, de desobediencia y de falta de respeto por la autoridad. Dios ha establecido la autoridad en el hogar, en la iglesia, y en el gobierno civil.
Dios mismo es nuestra suprema autoridad. Afirmar la obstinación por encima de cualquier nivel de la autoridad en el orden divino de Dios, es agradar a los demonios de la rebeldía.
Para mantener esta área liberada se necesita una completa sumisión a toda autoridad constituida por Dios.

Control
.Los espíritus de control se encuentran en casos como los siguientes: (1) Un padre que muestra un control antinatural sobre un hijo ya crecido; (2) un marido o una esposa que domina al cónyuge; (3) un ministro que es un dictador y no un pastor; (4) un miembro de un grupo de oración que controla al grupo o a otros en el grupo.
Haga que las personas dominadas renuncien a todo control demoníaco y que declaren su libertad de las ataduras con base en la libertad que Cristo Jesús ganó y en forma firme rechacen cualquier control posterior. Además, pueden necesitar una liberación personal de los espíritus de inseguridad, de inferioridad, de temor. También los espíritus de condenación pueden procurar persuadirlos que están hiriendo a las otras personas con quienes han tenido esa unión tan cercana.

Represalia
Este grupo por lo general tiene su raíz en la amargura. Estos espíritus procuran devolver mal por mal. En los adultos es más probable encontrar represalias mediante palabras o actos rencorosos.

Rechazo
La puerta para el espíritu de rechazo se abre más frecuentemente durante la niñez o cuando el niño aún está en el vientre de la madre. Si un niño no es deseado, el feto queda abierto para la entrada de un demonio de rechazo. El ministro de liberación hará muy bien en averiguar a todos los que buscan liberación la posibilidad del rechazo.
Casi todos los niños que han sido adoptados tendrán espíritu de rechazo. Las mismas circunstancias que llevaron a la adopción del niño han provisto una puerta para que los espíritus de rechazo tengan entrada.
El rechazo usualmente se convierte en un monstruo de tres cabezas. Además del espíritu básico de rechazo puede haber un espíritu de temor al rechazo y un espíritu de autorrechazo.

Autoengaño
El autoengaño, el autoerror y el orgullo son compañeros muchas veces. En tales casos de autoengaño la persona se debe confrontar con el error y debe renunciar a la ilusión. Cuando una persona deja de estar de acuerdo con las mentiras de los demonios puede mantener su liberación.

Perfección
Hay un lugar para la organización, para el orden, y para un trabajo bien hecho. El demonio de la perfección hace una atadura de todos estos atributos. El rechazo con frecuencia está detrás de la perfección.
La persona rechazada lucha por la perfección en un esfuerzo por ganar respeto y aceptación. En otras ocasiones la perfección es un mecanismo para compensar la inferioridad.

Falsa carga
Una falsa carga es muy pesada de llevar y usualmente es autoimpuesta. Inclusive una carga piadosa por las almas puede tener origen satánico. Así como Dios tiene un tiempo y un camino, también tiene un propósito. Cuando el Espíritu Santo fluye quita todo peso y controla todo. Muchos creyentes necesitan ser liberados de las falsas cargas, de las falsas responsabilidades, y de las falsas compasiones que no son de Dios.

Error religioso
El error religioso es una designación muy amplia que abarca las falsas religiones, las sectas cristianas, las prácticas del ocultismo y las doctrinas falsas. El compromiso con cualquiera de esas fuentes de error puede abrir la puerta para los espíritus del mal. La asociación o el contacto no necesariamente deben ser muy profundos.

Todo cristiano que se haya comprometido con cualquier clase de error religioso debe renunciar a él. En casi todos los casos es necesaria una liberación para dejarle libre de las opresiones. Se ha demostrado que estos demonios de error religioso causan confusión mental, atadura del alma, apocamiento de la comprensión, miedos, dolores físicos, depresiones, enfermedades físicas, falso orgullo, falta de enseñabilidad, resistencia a la verdad bíblica y obstáculos espirituales por ejemplo, para la oración, para la lectura de la Biblia, para escuchar los sermones y mensajes, para recibir los dones del Espíritu, para la fe, etc.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Dios los bendiga donde puedo conseguir el libro cerdos en la sala.
Gracias

Anónimo dijo...

Excelente! Muchas gracias

Unknown dijo...

mui buen libro Dios le bendiga muchos..lo encontre en amazon ..

Anónimo dijo...

Muy buen libro.